martes, 1 de junio de 2010

Escuela y socialización



La experiencia de socialización en la educación preescolar significa para los niños iniciarse en la formación de dos rasgos constitutivos de identidad que no estaban presentes en su vida familiar: su papel como alumnos, es decir, como quien participa para aprender de una actividad sistemática, sujeta a formas de organización y reglas interpersonales que demandan nuevas formas de comportamiento; y como miembros de un grupo, pero diferentes entre sí, sin un vínculo previo.
El desarrollo personal y social de los niños como parte de la educación es un proceso de transición gradual de patrones culturales y familiares particulares a las expectativas de un nuevo contexto social, que puede o no reflejar la cultura de su hogar, en donde la relación de los niños con otros niños y con la maestra juegan un papel central en el desarrollo de la habilidades como: conductas de apoyo, resolución de conflictos y obtener respuestas positivas de otros.
A los 5 o 6 años, los niños comienzan a reconocer diferencias entre ellos y sus compañeros de clases a medida que utilizan la información de comparación social para deducir si ellas se desempañan mejor o peor que los demás niños en diferentes áreas. La comparación social es el proceso en el que la persona se define y evalúa al compararse con otras personas.
Los niños que tienen entre dos y cinco años tienden a inventar amigos imaginarios que sirvan como compañeros de juego, esto se da cuando no existen relaciones reales. Esta necesidad también se puede vincular con tener algún tipo de mascota, esto se presenta entre los cinco y seis años.
La inhibición social se refiere a la conducta del niño que se aísla porque esta angustiado y/o es inhábil socialmente, pero que le gustaría interactuar con sus compañeros, aunque por ahora no es capaz de hacerlo.

¿Cómo influyen los padres en la socialización?


Los padres contribuyen en el proceso de socialización al menos de cinco modos:
• Asumiendo el papel de ofrecer amor y cuidados: la relación entre los padres y los hijos puede proporcionar al pequeño la capacidad de establecer relaciones emocionales. Al desempeñar el papel de cuidadores amorosos, los padres están educando al niño para futuras socializaciones ya que los niños son fácilmente influenciables por las personas a las que aman, especialmente si dependen de ellas para satisfacer sus necesidades; de este modo la relación potencia la efectividad de los padres como agentes de socialización.

• Sirviendo como figuras de identificación: durante el proceso de identificación los niños interiorizan los valores y normas de sus padres. Este proceso tiene lugar cuando los niños intentan parecerse al padre del mismo sexo. Pero hay teóricos que sostienen que es más sencillo ver al padre como un modelo que el niño copia que como figura de identificación. Según esta visión, los niños imitan los modelos que son acogedores, poderosos y competentes.

• Actuando a veces deliberadamente como agentes de socialización activos: a veces las acciones de los padres están encaminadas a tener un efecto socializador (como cuando corrigen o enseñan al niño la forma correcta de hacer las cosas). Otras veces las acciones socializan al niño, incluso cuando los padres no se dan cuenta de ello.

• Como proveedores de experiencias: los padres controlan tanto el mundo del niño, que determinan el tipo de experiencias que tendrán sus hijos. Este aspecto paternal de la socialización marca las reglas básicas para la socialización del niño, puesto que de lo que ven y experimentan sacan conclusiones sobre la naturaleza del mundo y de la gente. Estas conclusiones forman la base de la cognición social, que se refiere al entendimiento de los niños sobre sí mismos, otras personas y la sociedad.

• Participando en el desarrollo del concepto del yo en el niño: la forma en que tratan y perciben a los niños contribuye en el modo en que el modo en que éste piensa acerca de sí mismo. Si los padres le protegen demasiado, el niño puede sentir la necesidad de protección, aunque no la necesite. Los padres atribuyen cualidades a sus hijos y les tratan como si tuvieran esas cualidades, a veces llegan a etiquetar al niño y los niños aceptan esas etiquetas, construyendo con estas sus conceptos de sí mismos, actuando como si las atribuciones de los padres fueran ciertas.
Los padres desempeñan un papel crucial en el desarrollo de la autoestima de un niño. Si existe una paternidad sensible en la niñez, influyen en que los niños pequeños construyan modelos de trabajo positivos o negativos en la sociedad donde se desarrollan. Los niños que tienen padres que son afectuosos y apoyadores establecen normas claras para que ellos las cumplan, y de esta manera les permiten tener voz para tomar decisiones que les afecten en lo personal, los padres con desventajas sociales y económicas tienden a fracasar en la aplicación de técnicas para modificar las conductas desadaptadas en el niño, por lo que la adquisición de una conducta social lleva implícito el suministro de refuerzos positivos, la contingencia de las atención a comportamientos socialmente aceptados requiere de constancia y un estado emocional estable por parte de los padres.

Referencias bibliográficas

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• “Desarrollo en la infancia” Robert S. Feldman, cuarta edición, editorial Pearson educación, 2008, págs. 283-285, 287

Agresión y negativismo




Los niños que presentan una conducta agresiva carecen de la habilidad para una interacción social. Los niños agresivos amenazan verbal y físicamente a los otros niños, se burlan de sus compañeros haciéndoles sentir vergüenza y esperan que se haga como ellos desean.
La agresión es el daño o lesión intencional a otra persona, es difícil discutir si el comportamiento de los niños tiene la intención de lastimar a otros, aun cuando inadvertidamente se las arreglan para hacerlo. En contraste cuando llegan a la edad preescolar, ellos demuestran agresión real, el potencial para la hostilidad verbal, peleas, golpes, patadas y otras formas de agresión cambia conforme los niños crecen.
Al inicio del periodo preescolar, parte de la agresión se dirige a la obtención de una meta deseada, y a consecuencia de esto las pequeñas riñas son parte del inicio de la vida preescolar. Es raro el niño que no muestre por lo menos ocasionalmente un acto de agresión.
En la mayoría de los niños, la cantidad de agresión disminuye conforme avanzan a través del periodo preescolar, lo mismo que la frecuencia y duración promedio de los episodios del comportamiento agresivo.
La agresión es una característica relativamente estable; los preescolares más agresivos tienden a serlo también durante los años escolares, mientras que los preescolares menos agresivos lo son también en los años escolares.
Por lo general, los niños muestran mayores niveles de agresividad física e instrumental, la cual está motivada por el deseo de obtener una meta, que las niñas, esto no quiere decir que las niñas no sean agresivas, ellas pueden llegar a ser igual de agresivas que los niños, pero de forma diferente ya que las niñas tienen más posibilidades de practicar la agresividad relacional, agresión que no es física pero pretende lastimar los sentimientos del otro, por medio de apodos, retirando la amistad o simplemente diciendo cosas hirientes que hacen que la persona atacada se sienta mal.
Algunos factores que influyen la agresión son: la exposición directa o indirecta a ella, cuando el ambiente familiar es estresante con padres abusivos quienes maltratan a los niños o que el vecindario sea violento; biológicos (temperamento); o el no tener control sobre sus emociones, algunos niños muestran su enojo de forma agresiva.

Negativismo



La negatividad se considera como un factor constitutivo del temperamento del niño, que expresa vulnerabilidad del niño.
El trastorno negativista desafiante (TND), es un patrón de desafío, desobediencia y hostilidad hacia las figuras de autoridad. Los niños pelean, discuten, pierden los estribos, roban cosas, culpan a otros, están enojados y resentidos; y por lo general, prueban los límites de paciencia de los adultos. Presentan actos agresivos y antisociales como ausentismo escolar, mentiras, peleas, etc.
El negativismo es una forma de conducta resistente, exagerada (concominantes emocionales de la autoafirmación infantil).
Es una combinación de autoafirmación, autoprotección y resistencia a una presión excesiva. Cuando a un niño le cuesta trabajo que sus deseos encajen en una sociedad, se pone caprichoso, terco y rebelde.
El negativismo queda agravado por el hecho de que los adultos no se dan cuenta de que el niño tiene deseos que son importantes para él, y le es difícil hacer cosas y adaptarse a hacerlos para otros y en el momento en que se lo piden.
El negativismo es producto de las situaciones sociales. Se produce como resultado de una disciplina agresiva o una actitud intolerante hacia la conducta infantil normal, generalmente a aparece una conexión con la rutina, cuando un niño se niega a recibir las ordenes de los adultos y, también cuando se encuentra en una situación con extraños.
Entre más frustrado quede el niño por la interferencia de un adulto, más negativa será su conducta. Cuando la educación es inconsecuente, los niños aprenden que la resistencia es su mejor defensa en contra de una educación errática.
Esta conducta comienza a los 18 meses de edad y alcanza su máximo entre los 3 y 6 años. La declinación del negativismo deriva de las influencias sociales, por una parte, el niño se da cuenta de que le conviene ceder y, también a que los adultos aprendan a respetar los deseos de los niños. El negativismo se puede considerar como una conducta “normal”, si en algún momento no se presenta esta conducta, es razón para creer que es letárgico o físicamente inferior, o bien que su medio sea tan controlado de modo artificial con el fin de evitar que el niño se encontrara en dificultades.
En los niños pequeños se puede expresar con una tensión física, pretensión de oír o entender y actos de autoafirmación. Los niños extremadamente negativos pueden retener la respiración hasta ponerse azules, vomitar, negarse a orinar o a comer; se asocia a “pataletas” y caprichos.
Padres y maestros consideran el negativismo como una molestia, sin embargo, tiene gran importancia en el desarrollo social del niño, ya que puede considerase como uno de los signos de potencialidad para una buena adaptación social.

Conócenos


¡Hola! Somos estudiantes de la carrera de Piscología de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México y este es un blog que hemos creado pensando en todas aquellas madres que están preocupadas por el desarrollo social de sus hijos.

La idea principal era poder explicar a todas ellas cómo es que se va dando este proceso y cómo influye a lo largo de la vida, pero principalmente nos enfocamos en los primeros años (3-6 años). Podrán conocer los factores que influyen en el desarrollo de la socialización, como son temperamento, agresión, tipos juego, negativismo; así como también el papel que juega la familia y los compañeros de clase.


Influencia de la famila en la socialización del niño



¿Cómo influye la familia en la autorregulación de las emociones del niño?

El comportamiento del niño depende según sea su estatus familiar, que viene representado por el tipo de familia que componen los miembros del contexto familiar, existen las familias normativas, las adoptivas, mixtas y las artificiales.

Las familias normativas son aquellas donde los padres e hijos biológicos conviven juntos. En las adoptivas conviven padres adoptivos y los hijos adoptados careciendo de hijos biológicos en el contexto familiar. Las familias mixtas seria un caso similar a las familias adoptivas, pero en este tipo de familia se cuenta con hijos biológicos viviendo en el mismo contexto. Por último, las familias artificiales u hogares sustitorios, son aquellas donde el rol de los padres es desempañado por adultos que no guardan relación de estatus maternal entre sí. El contexto familiar se define como el espacio físico psicológico que comprende el hogar natural de la o las personas donde se desarrollan actividades de carácter familiar guiados por roles culturalmente normativos.

Existen familias denominadas negligentes, conformadas por padres que no proporcionan el cuidado necesario a los hijos y en muchas ocasiones estos padres abusan del alcohol u otras drogas, esto ocasiona que el ambiente familiar sea caótico.

La comprensión y regulación de las emociones implica aprender a interpretarlas y expresarlas, organizarlas y darles significado, controlar impulsos y reacciones en el contexto de un ambiente social particular.

Se trata de un proceso que refleja el entendimiento de sí mismos y una conciencia social en el desarrollo, por lo cual transitan hacia la internalización o aprobación gradual de normas de comportamiento individual; de relación y organización de u grupo social.

Las emociones, la conducta y el aprendizaje son procesos individuales, pero se ven influidos por los contextos familiar, escolar y social en que se desenvuelven los niños; en estos procesos aprenden diferentes formas de relacionarse, los niños desarrollan la noción de lo que implica ser parte de un grupo, aprenden formas de participación y colaboración al compartir experiencias.

El establecimiento de relaciones interpersonales fortalece la regulación de emociones en los niños y fomenta la adopción de conductas prosociales en las que el juego desempeña un papel relevante por su potencial en el desarrollo de capacidades de verbalización, control, interés, estrategias para la solución de conflictos, cooperación, empatía y participación en grupo.

¿Qué es...?




¿Qué es desarrollo?

En un principio la palabra “desarrollo” fue un término biológico referido al crecimiento físicamente observable del tamaño o la estructura de un organismo durante un período determinado. El desarrollo alude a una integración de los cambios constitucionales y aprendidos que conforman la personalidad en constante desarrollo de un individuo.
Es importante distinguir entre “desarrollo” y “cambio”, ya que cambio implica una transición de un estado a otro, en tanto que el desarrollo se refiere a los elementos dinámicos y unidireccionales del cambio. Por consiguiente el desarrollo es un proceso, y el cambio, un producto.
Aunque pueda parecer contradictorio, el desarrollo se basa tanto en el cambio como en la constancia; pero precisamente porque se funda en el cambio previsible incluye la constancia del cambio.



¿Qué es socialización?

Es el proceso por medio del cual las personas aprenden los estilos de comportamiento de la sociedad, las conductas que son apropiadas y las que no lo son.
Desarrollan hábitos, valores y motivos que los hacen miembros responsables y productivos de la sociedad o de los grupos sociales, de modo que puedan funcionar dentro de ellos.
Los niños aprenden las costumbres y valores de su sociedad por medio del contacto con los individuos ya socializados, inicialmente la familia, pero también de sus compañeros y vecinos.
Algunos niños socializan con más facilidad que otros, esto se debe a distintos factores como son el temperamento, la relación entre los padres y la forma en que los padres crían al pequeño.
Sentirse discriminado o desanimado en la escuela, ser sobreprotegido en casa, escuchar que son inferiores y la forma de educación en el hogar; son factores que pueden influenciar la autoestima negativamente; así que es muy importante animar al niño a valorar el ser productivo y perseverante en una tarea.

¿Qué es la infancia temprana?

Este estadio es conocido con diversos nombres, con la finalidad de enunciar los principales hitos adquisitivos que el niño alcanza en su evolución durante el segundo y tercer año de su vida. También se le llama a estos años “edad acrobática”, ya que en ella aprenden a andar y a ensayar toda clase de movimientos, sobre todo a través del juego. Otro nombre dado a este periodo es “etapa egocéntrica”, ya que el niño, se considera el centro de cuanto le rodea.
“Edad del lenguaje” es un nombre más, señalando a la función que hace su aparición en este estadio. Existe una importancia significativa en el proceso del desarrollo del pensamiento objetivo-simbólico; desarrollo con el que se relaciona con la adquisición del lenguaje.
Hay por fin un hecho social, que tiene repercusiones psicológicas de gran importancia en el desarrollo del niño: se trata del ingreso al jardín de niños o también conocido como kínder, con respecto a esto también se llega a denominar a este periodo “primera escolarización”. La experiencia escolar representa un mundo muy importante para ellos, con metas propias, frustraciones y limitaciones.

¿Qué es el temperamento?

Es el conjunto de rasgos determinados por la biología de una persona, es decir es hereditario y no influyen factores externos. Es la manera en la que los seres humanos interactúan con su entorno,
Es la forma característica en que una persona reacciona ante la gente y las situaciones; es el cómo de la conducta. Un niño puede no actuar de la misma manera en todas las situaciones, además afecta no solo la forma en la que los niños se acercan y reaccionan al mundo exterior, sino también la forma en que regulan su propio funcionamiento mental, emocional y conductual. Se podría decir que es relativamente constante y duradero.
El temperamento parece principalmente innato (desde el nacimiento), tal vez hereditario y bastante estable. Esto no significa que esté completamente formado al nacer, ya que se desarrolla a medida que aparecen las emociones y capacidades autorregulatorias y puede cambiar en respuesta a las actitudes y el tratamiento de los padres.